Para que los lectores de este maravilloso blog tengan un concepto claro de lo que a paradigma se refiere, es simplemente una especie de modelo a seguir. Un ejemplo para lo sociedad, en especial cuando nos referimos a la etica, el paradigma etico esta enfocado al singular modo en que las personas basan sus ambitos o conductas con la sociedad.“Ninguna ética del mundo puede eludir el hecho de que para conseguir fines “buenos” hay que contar en muchos casos con medios moralmente dudosos, o al menos peligrosos, y con la posibilidad e incluso la probabilidad de consecuencias laterales moralmente malas” (Weber)”
Ética interpersonal y ética impersonal
- Ética interpersonal o ética de la alteridad, en la que el otro es un alter concreto, o en una…
- Ética impersonal o ética de la aliedad, en la que el otro no es un alter al que conozco y trato, sino un alius, es decir, un otro innominado y más o menos distante, pero al que asimismo estoy obligado en las tareas colectivas de la sociedad a la que pertenezco.
Ética de la convicción y ética de la responsabilidad
Otras personas, como los políticos, aún no careciendo de principios, ha de estar atento a las consecuencias previsibles e incluso laterales y no deseadas de suacción, moviéndose conforme a una ética de la responsabilidad. Este tipo de ética se desliza por la peligrosa pendiente de la violencia y el mal:
No se trata de dos tipos de éticas, una para el común de los mortales y otra para los poíticos, pues éstos se encuentran tan sometidos a los principios éticos como los demás, sino de las nunca fáciles relaciones entre ética y política, las cuales pueden oscilar entre la actitud del “alma bella”, que preserva la limpieza de sus manos a costa de su escapismo o que que se convierta en fanática, y la presuntamente eficaz, pero sin escrúpulos, que sacrifica al dios de la violencia principios y personas.
Ética normatica: ética teleológica y ética deontológica
La ética teleológica advierte que el Bien es aquello a los que todas las cosas tienden, siendo la eudaimonía (habitualmente traducido por felicidad) el bien buscado por los humanos. Toda su estrategia consiste en llenar de contenido normativo el concepto de felicidad.
El paradigma deontológico
de la ética procede de Kant quien argumenta a su entender que si el fin que quizá podemos atribuir a la naturaleza hubiera sido que el hombre fuese simplemente feliz, la naturaleza lo habría equipado para tal propósito con cierto sistema que le permitiera acceder a través de un sistema instintivo que no errara ni en los fines ni en los medios necesarios para obtener la felicidad. Al dotarle de razón y libertad parece que el hombre queda alejado de verdadera satisfacción, pues el cálculo relativo al disfrute de la vida acaba por conducir a muchos a una cierta misología u odio hacia la razón, al desesperar de ésta como medio adecuado para tal disfrute. El fin de la razón, para Kant, no es tanto (o no sólo) la consecución de la felicidad, sino el hacernos dignos de ella a través de una buena voluntad.
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